La uña incarnada (comúnmente conocida como uña encarnada) es la propia lámina ungueal del dedo del pie que ha crecido hacia dentro de la piel en vez de sobre ella. Por lo general, esto sucede en el dedo gordo del pie (primer dedo o Hallux), pero también lo podemos encontrar en los denominados dedos menores.
Habitualmente esta patología viene precedida, entre otras razones, por:
Las uñas encarnadas suelen cursar con:
Hay que tener en consideración que las uñas incarnadas pueden convertirse en una patología de carácter crónico con bastante facilidad, por lo que la temprana actuación es de vital importancia.
Si dejamos evolucionar la uña incarnada sin acudir a nuestro Podólogo, ésta seguirá creciendo y con ello la infección. El empeoramiento es relativamente rápido.
Dependiendo de cada caso, el tratamiento indicado para la uña incarnada suele ser:
El paciente puede hacer una vida autónoma desde el mismo momento en el que termina la intervención de uña incarnada, y una vida absolutamente normal en muy pocos días.
Es un procedimiento altamente recomendable para pacientes que sufren de uñas incarnadas constantemente y han fracasado en los tratamientos más conservadores.
En Digitus Podología insistimos en que es mejor prevenir, y es por ello por lo que recomendamos a nuestros pacientes que ante la menor molestia en la zona de la uña, acudan a la clínica para que nuestro Podólogo pueda diagnosticar si se trata de una uña incarnada y darle solución antes de que empeore.